Con frecuencia el cólico se inicia a la misma hora cada día, y de una forma repentina. Cuando los bebés lloran tambien pueden mover las piernas y los brazos, encogiéndolos y posteriormente estirándolos. Hasta pueden ponerse bien rojos de llorar. Al llorar, el bebé traga aire y eso provocará más dolor por los gases y puede hacer con que el estómago del bebé se vea hinchado y duro. A pesar del dolor abdominal, los bebés comen y suben de peso normalmente.
El diagnóstico del cólico se basa en la descripción que dan los padres del llanto de su bebé. Pero un examen físico cuidadoso es importante para asegurarse que el bebé no tiene una hernia, un pelo en el ojo o algún otro problema médico que necesite atención.
jueves, 16 de julio de 2009
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